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¿Estás preparado para emprender tu propio negocio?

¿Estás preparado para emprender tu propio negocio?

¿Estás preparado para emprender tu propio negocio?

La crisis y la transformación del mercado laboral han llevado a muchas personas a plantearse el emprendimiento como una alternativa real. Si este es tu caso y tienes una idea de negocio rondando por tu cabeza, deberás reflexionar sobre una serie de aspectos antes de lanzarte a la piscina. Montar tu propia empresa es muy estimulante, pero no es un camino fácil y debes tener claro los riesgos que estás dispuesto a asumir: te damos una serie de pistas para realizar ese autoanálisis.

¿Le interesará a la gente tu propuesta?

Antes de poner en marcha tu proyecto sondea a los que podrían ser tus futuros clientes para saber si les interesa. Que no te disuada saber que a alguien ya se le haya ocurrido lo mismo que a ti: hoy en día ya está todo inventado y lo que importa es la ejecución. Ten en cuenta que si existen propuestas similares es porque funcionan. Por otra parte, si no encuentras en el mercado nada parecido, valora si existe una demanda real.

¿Qué inversión necesitas para empezar?

Se trata de un ejercicio imprescindible, y la cifra dependerá mucho de la idea de negocio que tengas: no implica la misma inversión montar un restaurante que ofrecer servicios que puedas desarrollar desde casa con un ordenador e Internet. De todos modos, haz cuentas y tira por lo alto, porque en todo comienzo aparecen gastos inesperados.

¿Cuánto tiempo puedes aguantar sin ingresos?

Tendrás que valorar al principio qué periodo de tiempo puedes aguantar sin tener unos ingresos regulares. Inicialmente, conseguir una cartera de clientes estable es difícil. Además, puede que tardes en cobrar tus primeras facturas y en lograr un equilibrio entre ingresos y gastos. Es fundamental que te armes de tranquilidad mental para afrontar esa etapa, por lo que será mejor si dispones de un colchón económico para no vivirla con demasiada presión.

¿Sabes trabajar por tu cuenta?

Si siempre has trabajado como asalariado, con horarios, en equipo y con un jefe o coordinador que distribuía las tareas, es probable que te resulte difícil organizar tu propio tiempo. La mayoría de los autónomos se quejan de que trabajan muchas horas y de que están permanentemente colgados del teléfono móvil: te puede ayudar hablar con otros emprendedores de tu sector de actividad para saber cómo se organizan.

¿Tienes capacidad para encontrar y asumir nuevos clientes?

A veces lo más difícil de un proyecto no es ponerlo en marcha, sino conseguir mantenerlo en el tiempo y que siga siendo rentable. Puede que te vaya bien con la cartera inicial de clientes que hayas creado, pero para conseguir que perdure y sea viable tu negocio debe crecer. Deberás valorar si puedes asumir el esfuerzo y dedicación que requiere esta labor comercial y, por consiguiente, si tienes capacidad para afrontar nueva carga de trabajo.

¿Sabes tolerar el fracaso?

A no ser que seas el mejor profesional de la historia, antes o después los «noes» también llegarán, ya sea que un cliente rechace tu propuesta o que suceda algo que haga tambalear todo el proyecto. Saber gestionar el fracaso es fundamental y tiene una parte muy positiva, pues afrontar la experiencia es la manera más eficaz de aprender.